A través de la
estructura portante, se extraen las fuerzas axiales que provienen de la
estructura sustentante, invirtiendo su direccionalidad, dando como resultado,
el arco de fuerzas resultantes de forma invertida. Se obtiene como resultado
pequeñas aberturas en la parte inferior de la fachada, y un gran hueco central
en la parte superior, entrando de esta manera de forma tamizada toda la luz,
por encontrarse en primera instancia con la estructura. Esta maraña de acero
generaría juegos de luces y sombras en la zona baja de la iglesia.